La maraña legislativa autonómica es un serio obstáculo para abrir negocios en España. La ley de Emprendedores garantizará que una empresa que reúna las condiciones para poner en marcha una actividad en una región determinada cumplirá con la normativa en cualquier otra región. Es lo mismo que decir unidad de mercado, la que desde hace años se ha perdido y reclaman las empresas.
Menos burocracia, incentivos fiscales, más facilidades para obtener crédito y apoyo a la internacionalización son las principales medidas que incluye la nueva norma que el Gobierno llevará al Consejo de Ministros este mes, probablemente el viernes. Nuevas reglas de juego para emprender en España que han diseñado cinco ministerios y que son una respuesta a la promesa electoral de Mariano Rajoy.
El Ejecutivo no desatenderá el objetivo de animar la recuperación y lo hará, así, apoyando al tejido productivo. Y el primer paso será definir el concepto de emprendedor como «aquella persona que está iniciando una actividad económica, a la que se suman las empresas constituidas o los trabajadores autónomos que lleven operando menos de dos años». Las medidas que se ultiman no solo van dirigidas, por tanto, a los nuevos empresarios, también a los negocios en marcha, que son los que tienen mayor índice de mortandad. Cerca del 70% no llega al quinto año.
El objetivo de la ley es crear empresas, «poner de nuevo en marcha el proceso de crecimiento generador de empleo», con medidas que incluyen simplificación administrativa y unidad de mercado. Habrá reducción de plazos para crear una empresa y reducción de costes para su constitución. Con la nueva norma, una tarjeta de crédito y una conexión a internet serán suficientes para poner en marcha una empresa. Desde ese momento, el nuevo proyecto comenzará a funcionar y se abrirá un plazo de seis meses para aportar la documentación requerida.
Clave para que un negocio prospere es la financiación. La nueva ley incluirá medidas para facilitar la liquidez de las pequeñas empresas y propiciar que los futuros empresarios dispongan de capital para emprender. Es idea del Ejecutivo importar la fórmula de los «business angels», que ya se aplica con éxito en países como EE.UU. y consiste en la inversión privada en nuevos proyectos a cambio, en este caso, de incentivos fiscales en el IRPF o en Sociedades.
Otra de las fórmulas que se pondrá en marcha es un fondo de capital semilla con financiación mixta, pública y privada, y una política de fomento de microcréditos. Y a todo ello se une la opción de capitalizar la prestación por desempleo siempre que el beneficiario desee constituirse como autónomo o quiera participar como socio en una empresa de nueva creación.
Sobre la mesa están diversos incentivos fiscales a la actividad emprendedora. Entre ellos, rebajas de cuotas, mantener tipos reducidos en Sociedades para pequeñas empresas o eliminar requisitos como el de generación de empleo para que las pymes puedan aplicar el tipo reducido del 20%. También se busca fomentar la I+D+i con más deducciones.
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