La nueva regulación sobre empleadas de hogar obliga a todos los empleadores a cotizar por ellas con independencia de las horas que trabajen en la casa.
El Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto por el que se regula la relación laboral de carácter especial de las empleadas del hogar a partir del 1 de enero de 2012 y que les garantizará, entre otros derechos, el pago en metálico de un salario igual al salario mínimo interprofesional (SMI) en cómputo anual –de 8.979,60 euros en 2011. Además, este colectivo dispondrá de dos pagas extraordinarias de una mensualidad cada una al año, frente a las equivalentes a 15 días que percibían hasta la fecha.
El plazo para regularizar la situación de las empleadas de hogar finaliza el 30 de junio de este año, son muchos los que quieren aprovechar el descuento del 20% sobre la cuota de cotización que ha establecido el Gobierno para animar a las familias a que den de alta a las personas que realizan las tareas domésticas en sus casas.
“Ya el pasado año cuando se aprobaron los cambios legales empezamos a recibir consultas, pero en lo que va de 2012 se han multiplicado”, señala Antonio Pacheco, secretario general del Sindicato de Actividades Diversas de CCOO de Málaga, que calcula que han atendido desde el 2 de enero a más de medio centenar de malagueños en el despacho o a través de la web o el teléfono. “Hay muchas dudas. La gente quiere saber quién tiene que pagar las cotizaciones o qué le corresponde al trabajador en caso de incapacidad temporal, por ejemplo”, apunta.
“Los empleadores están desinformados y desconocen cómo realizar los trámites en la Seguridad Social. Esta desinformación es mayor en el caso de que el empleado trabaje en su domicilio por horas”, afirma la secretaria de Política Social de UGT Málaga, Alicia Fernández, que añade que “en muchos casos, según los testimonios de las empleadas de hogar que acuden al sindicato, los empleadores se niegan a asumir sus obligaciones. No están dispuestos a cotizar por su trabajo y hacer un contrato de trabajo por escrito. Estas trabajadoras nos han manifestado que los empleadores han amenazado con despedirlas si reclaman que les den de alta en la Seguridad Social”.
En el caso de las trabajadoras extranjeras que realizan su trabajo de forma discontinua “esta situación es especialmente gravosa, ya que en muchas ocasiones la renovación de sus permisos de residencia en España depende de un mínimo de meses cotizados en la Seguridad Social” .
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