Invertir en criptomonedas tiene el riesgo de invertir en un tipo de activo que no se sustenta en nada tangible de la economía real y además el riesgo de hacerlo a menudo apalancado y a préstamo. Un cóctel que garantiza la volatilidad y que puede amplificar las ganancias, y también las pérdidas. Los criptoactivos cumplen todos estos requisitos y su auge y el elevado apalancamiento con el que llegan a negociarse son factores capaces de amplificar la amenaza para la estabilidad financiera, según un análisis publicado ayer por el BCE.
Es un peligro, no existente todavía pero que avanza a medida que crece el tamaño de los criptoactivos y sin que se haya alcanzado todavía un acuerdo sobre su regulación. “El riesgo para la estabilidad financiera podría amplificarse con las crecientes opciones que ofrecen a los inversores las plataformas de criptoactivos para que eleven su exposición a través del apalancamiento”, advierte el BCE. Y aporta un ejemplo revelador. La plataforma Binance, el gigante de la intermediación de criptoativos, llega a ofrecer un apalancamiento máximo de 125 veces la inversión inicial. BitMEX y Bybit permiten apalancarse hasta 100 veces.
Además, algunos operadores invierten a crédito. Así, el uso extendido de posiciones cortas y largas en criptoactivos contribuye a acelerar los flujos de compras y ventas y, por tanto, las subidas y los desplomes en los precios. Todo ello confirma, según el BCE, que “el apalancamiento está contribuyendo a la volatilidad observada en los mercados de criptoactivos”.
Uno de los ejemplos más candentes es el del derrumbe de la criptodivisa luna y la stablecoin TerraUST, que ha volatilizado la inversión de miles de particulares. Y los pequeños inversores son especialmente vulnerables al apalancamiento, un riesgo frente al que están protegidos por la regulación en los activos financieros tradicionales pero no así en el territorio sin ley de los criptoactivos.
“Si la trayectoria actual de crecimiento en tamaño y complejidad del ecosistema de los criptoactivos continúa y si las instituciones financieras se ven de forma creciente implicadas en ellos, entonces los criptoactivos supondrán un riesgo para la estabilidad financiera”, concluye el BCE.