EEUU y la UE han anunciado un acuerdo para intentar impulsar el suministro de gas natural a los países europeos para finales de 2022 con al menos 15.000 millones de metros cúbicos adicionales buscando así desprenderse mayoritariamente de las importaciones de combustible ruso. En el acuerdo los Estados miembros de la UE garantizan una a demanda de 50.000 millones de metros cúbicos de gas natural licuado de EEUU hasta al menos el año 2030.
El Presidente Joe Biden y la Presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen han anunciado el pacto en una comparecencia conjunta en Bruselas, tras las reuniones de Biden el jueves con con la OTAN, G7 y los líderes de la UE. Hoy la presidenta de la Comisión Europea atiende la cumbre de jefes de gobierno que tratará de política energética.
Alemania ha desvelado un plan para reducir drásticamente las importaciones de combustibles fósiles rusos y hacer que el país sea completamente independiente del gas ruso para mediados de 2024. Rusia es el mayor proveedor de de gas natural de la UE, ya que representa más del 40% de las importaciones. La UE también depende de este país para la mayor parte de sus importaciones de carbón y está intentando alejar su política energética de Moscú tras la invasión de Ucrania.
El pacto de EE UU y la UE, en todo caso, no concreta precios o condiciones de entrega, puesto que depende los acuerdos definitivos con los proveedores de gas. Para ello se ha formado un grupo de trabajo conjunto, presidido por un representante de la Casa Blanca y otro de la Comisión Europea, que intentará diversificar los suministros de GNL y reducir la demanda. La UE tiene el objetivo de preparar los dos próximos inviernos, y solo en 2022 pretende sustituir casi dos tercios de sus importaciones totales de gas de Rusia, que ascendieron a 155.000 millones de metros cúbicos. Dentro de este plan se contempla aumentar en 50.000 millones de metros cúbicos las compras de GNL de otros productores, apartado donde se enmarcaría el pacto con EE UU.
En todo caso, estas importaciones adicionales están condicionadas por la actual capacidad de regasificación, el número de terminales y las interconexiones. Alemania y la Europa Central, las áreas más dependientes de Rusia, apenas tienen capacidad de regasificación, y la interconexión de España (que acapara un tercio de la capacidad europea) con el resto de Europa es insuficiente.
El acuerdo se produce antes de una reunión reunión prevista en Berlín la próxima semana entre los exportadores de gas estadounidenses y los compradores alemanes, coordinada por la Embajada de EE UU en Alemania. Las importaciones de este combustible desde Estados Unidos han aumentado exponencialmente en medio de la crisis energética europea, que comenzó un par de meses antes de la guerra en medio de los limitados flujos procedentes de Rusia. En 2021, las entregas transatlánticas de GNL se situaban en torno a los 22.000 millones de metros cúbicos. En enero de 2022, se situaron en 4.400 millones de metros cúbicos.